Un doble atentado suicida en una base militar en Bannu, en el noroeste de Pakistán, ha matado al menos a 12 personas y herido a otras 30. El ataque iba dirigido al personal de seguridad y ha generado preocupaciones sobre el aumento de la violencia militante en la región. Las autoridades han realizado oraciones fúnebres por las víctimas mientras continúan las investigaciones. Ningún grupo ha reclamado de inmediato la responsabilidad, pero ataques similares en el pasado han sido vinculados a grupos extremistas que operan en la zona. Las fuerzas de seguridad permanecen en alerta máxima tras el asalto mortal.
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